Bueno, todavía falta un poco para eso… lo que sí es que es un día en el que puedes repartir abrazos y decir cursilerías sin que se te queden viendo como si estuvieras chalado.
Pero aparte de darle mucha atención a los humanos, hoy me tomé el tiempo de hacerles un batidillo a mis lombrices.
Si para nosotros hacemos tanto relajo, ¿por qué no para las que más ayudan el planeta?
Así que no seas mala onda y dale algo a tus lombrices. Muele plátano, una lechuga vieja o algunos tomates pasados.
Te lo van a agradecer, se van a juntar mucho (lo que ayuda mucho a la reproducción) y aparte te quedará la satisfacción de que estás haciendo mucho por tus lombrices y, por lo tanto, por la lombricultura.
Si su principal ventaja es trabajar sin molestarte, al menos un día al año hazles comida del día de San Valentín.
Con eso hasta se ponen romanticonas y aumentan tu lombricultivo más rápido.
Pero bueno, independientemente de lo que pienses con respecto a este día, pásate bien el día de San Valentín y se parte de las masas… al fin que no le haces daño a nadie y cualquiera se pone feliz de recibir un cariñito.
Incluso las lombrices…
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