¡Ya Viene El Frío! Cuida Tu Lombricultivo

Y con él, la época en que las lombrices silvestres se mueren y dejan sus capullos para la siguiente temporada; al menos las composteras, que son las que nos interesan. Como en nuestro caso están cubiertas y protegidas, podemos brincarnos ese tétrico paso de la muerte, pero hay que considerar que, a menos que podamos controlar la temperatura en la que están, su productividad bajará enormemente.

La razón de esto es el frío; hay que recordar que las lombrices no mastican ni degradan la comida: las bacterias del suelo son las que se dedican a eso. Así como en el refrigerador la comida no se echa a perder, lo mismo comienza a ocurrir en la cuna. El proceso de degradación de la materia orgánica se hace más lento, provocando que la comida se empiece a acumular. Además de esto, las lombrices empiezan a aletargarse, lo que hace que consuman menos. En fin, el invierno no es una buena época para la lombricultura, pero así son las cosas.

De todos modos, a menos que se congele todo, tus lombrices estarán bien en el fondo de su lombricario, para agarrar calorcito. Unos tips para el invierno:

Cubre tu cama de lombrices con una dotación fresca de material aislante, como sería la paja, los cortes de pasto o el papel. Con una cubierta de este tipo, la temperatura de la cuna no variará tanto con el ambiente, especialmente con el viento.

Reduce la alimentación, de tal manera que no se acumule de más y provoque acidez, fermentación o malos olores. Solo es cuestión de revisar como van consumiendo y actuar de acuerdo a esto. Depende mucho de la región y el clima, especialmente la humedad y los vientos.

Puedes utiliar el procesos de degradación de la comida para dar calor, ya que es una de las cosas que se producen cuando algo se pudre. De hecho, el pasto que se pone a secar en pacas, si no se maneja bien, genera tanto calor que puede hasta encenderse espontáneamente. Nunca lo he visto, pero sería entretenido, ¿no?

Reduce el riego. En invierno no hay tanta evaporación y la cuna de lombrices se mantiene húmeda más tiempo. Si vas a regar, pon el agua a una temperatura agradable, para que no hieles la cuna. Esto no quiere decir que la calientes; los cambios bruscos de temperatura afectan a tus lombrices. Puedes calentarla a una temperatura de 20 grados y esto ayudará a que tus lombrices se "espabilen" un rato, calentará un poco la cuna y preparará más comida para ellas.

Protege tu cuna de las lluvias. Aunque esto es relativamente obvio, no está de más comentarlo. El agua de lluvia esta muy fría en el invierno y enfriará toda la cuna en cuanto se filtre, así que lo mejor es protegerla aún más.

Aprovecha que el invierno apenas viene para empezar a planear que vas a hacer, especialmente si la temperatura baja mucho en tu región. Es mejor estar preparado y no andar a las carreras, especialmente si nos vamos a ir de vacaciones.

Esto depende mucho de donde estés. Si tu clima es templado, tal vez no tengas que hacer nada y tu cuna de lombrices seguirá como si nada, pero aquí baja la temperatura hasta 3 o 4 grados centígrados y eso sí es un problema, incluso para nosotros.

Hasta la próxima